jueves, 26 de mayo de 2011

insignificancia

. Fijarse que de un día para otro que ya nadie te mira, nadie te oye, nadie te siente, es más difícil de lo que uno puede imaginar.
 Eso siento yo pero hace mucho tiempo dejó de importarme, ¿Por qué? digo yo... es ridículo pasar la vida entera quejándose de ser solo una sombra para los demás. Si nadie me oye, ni me ve, ni me siente, no es mi problema, el problema es de los demás. De ellos, los que pasan por mi lado sin mirarme, los que me empujan y no les importa, de ellos es el problema... ¿por qué me tengo que intimidar por los que quieren intimidarme? Ellos tienen el problema de creerse superiores, pero la verdad es que no lo son... ellos son unos cobardes que se refujian en el miedo de los demás, que se refugian en su propia insignificancia...